martes, 15 de marzo de 2011

CAPÍTULO 8


Las horas de la mañana habían pasado muy lentas… La única clase divertida, que había tenido esa mañana, había sido la de Lengua con Julia.
Seguramente la haya nombrado en alguna otra ocasión, pero hoy se merece que os la describa para que podáis llegar a conocerla.
Lo más probable es que sea una de las profesoras del centro Greenday más querida por los estudiantes. Es rubia, sus ojos son… ¡Sinceramente no lo sé! Creo que son marrones claros, pero nunca me he fijado demasiado, porque al igual que la clase, yo, solo me he fijado en sus gafas. ¿Que por qué? Muy sencillo tiene como más de 100 gafas y no exagero. Rojas, blancas, amarillas, verdes, rosas, moradas, de leopardo…
Indudablemente tendrá un armario solo para gafas en su habitación. Otra cosa que la hace especial, siempre, repito, siempre lleva la ropa combinada. Nunca la verás con algo que no pegue; esto nos ha hecho pensar que debe tener el armario ordenado por colores.
Pero lo que realmente hace que sea una buena profesora, es lo bien que se comporta con nosotros,  las muchas cosas que nos enseña y hace que las clases sean muy amenas. Además, nos enseña a hablar bien que puede llegar a ser muy divertido, porque cuando sabes hablar puedes  ayudar a los demás.
¿Sabéis qué es lo que más me ha gustado de la clase de hoy? Descubrir la dirección de la casa de los padres de Purificación. La verdad descubrirlo ha sido bastante difícil,  pero lo conseguimos.
Empezamos hablando de la materia de lengua que daban nuestros abuelos y no sé cómo acabamos hablando de las primeras clases de Julia hace 20 años en este mismo instituto. Resulta que estaba de prácticas, pero para aprender, decidió dar clases particulares a todos los alumnos de 1º Bachillerato del instituto; así ella aprendía y les ayudaba a ellos a superar el curso. También nos dijo que ella, por cada tarde iba a tres casas distintas y daba, en cada una clases de dos horas.
Cuando dijo esto una bombillita se encendió en mi cabeza. Si ella hace 20 años estuvo de prácticas y daba clase a sus alumnos en sus casas seguramente estuvo en clase de Purificación y, por lo tanto sabría, su dirección.
Una vez que  logré explicárselo a las chicas, conseguí que lo entendieran y la clase se acabara nos acercamos a hablar con Julia.
I-        Julia, perdona…
J-        Sí, chicas ¿Qué queréis?
P-        Pues… pues…
A-       Nada, que antes hablaste sobre que dabas clases ¿no? Nosotras pensábamos darlas,
           pero tenemos una cabeza malísima para las direcciones. ¿Cómo podías hacerlo?
En ese momento todas nos dimos cuenta de lo que Ángela estaba planeando…
J-         ¿Cómo conseguía hacer el qué? No os entiendo chicas…
A-        Ya sabes, lo de acordarte de las direcciones y tal…
J-        ¿Pero vosotras vais a dar clases? ¿No sois un poco jóvenes?
B-        Sí, a niños de primaria, ya sabes, para ganarnos un dinerillo para nuestros caprichos.
J-        Bueno, lo primero que tenéis que hacer es preparar bien la clase.
I-        Sí, sí, Julia no te preocupes.
J-        Y respecto a las direcciones yo lo llevaba apuntado en un cuadernito morado que, si no
           me  equivocó, todavía le tengo en la sala de profesores. ¡Con eso vuestros problemas
           estarán solucionados!
B-        ¿Y dónde lo guardaría usted para no perderlo?
J-        ¿Yo?  Siempre lo guardaba con los libros de antes de bachillerato.      
 I-       Muchas gracias Julia, nos vemos mañana en clase, que acaba de pasar Dolores y tenemos
          clase con ella. ¡Gracias otra vez!
La sonreímos y fuimos para clase. Nunca nos creeríamos en ese momento lo que pasaría al cabo de 2 horas…
Al acabar las clases del día acabamos siendo las últimas… ¿motivo? Patricia y su carpeta de dibujo desaparecida. Puede que esto no os lo haya contada pero es la única de 1ºC que da dibujo. Por ello, ninguna teníamos ni idea de que había hecho con ella en dibujo. Por suerte, acabó apareciendo.
Cuando nos disponíamos a bajar las escaleras para irnos a casa, estaba todo completamente vacío. Entonces oímos unos chillidos, bajamos el piso que nos quedaba más rápido, cuando llegamos abajo vimos a Ángela tirada en el suelo agarrándose el tobillo y chillando.
I-        ¡Ángela! ¿Estás bien?
A-        ¡No! Me duele mucho…
P-        Eso te pasa por querer bajar la primera y dejarnos a las demás atrás.
A-        En vez de darme tantos ánimos podríais ir a buscar ayuda  a la sala de profesores, ¿no?
B-        Creo que no hace falta.
Mª Ángeles, la profesora de Biología, estaba de pie enfrente de nosotras mirándonos, acababa de llegar y no parecía estar de muy buen humor.
MªA-        Pero, ¿qué ha ocurrido aquí?
 I-              No lo sabemos. Ha debido de haberse caído por las escaleras.
MªA-       (Dirigiéndose a Ángela) ¿Estás bien?
A-             No, me duele mucho el tobillo.
MªA-        Chicas ayudadme a llevarla a la sala de profesores.
Entonces la cogimos entre las cuatro y la llevamos a la sala de profesores, como Mª Ángeles nos había dicho. La sentamos en el sofá y le colocamos el pie encima de la mesita.
-          Chicas voy a decirle a la directora lo que ha ocurrido al edificio de al lado, ahora mismo vuelvo.- Nos dijo Mª Ángeles mientras se dirigía a la puerta.
En cuanto salió Ángela dio un brinco  y empezó a rebuscar en los cajones de la mesa.
I-        ¿Pero se puede saber qué haces? ¿Y tu pie?
A-        Mi pie perfecto. No os creeríais que soy tan torpe ¿verdad? Bueno dejemos de hablar y
             Ayudadme a buscar el cuadernito morado. Patricia tu vigila la puerta.
En ese momento todas nos pusimos manos a la obra, todas menos Blanca.       
I-        ¿Pero se puede saber por qué no buscas?
B-        Porque nuestra solución está encima de la mesa.
A,IyP       ¿Cómo?



Entonces Blanca nos señaló a la mesa, todas miramos a la dirección que señalaba su dedo y, efectivamente, ahí estaba un montón de libros antiguos de Lengua y, en el medio, un cuaderno morado. Me dirigí como loca, lo cogí y lo abrí. Estaba organizado alfabéticamente. En su interior había muchas direcciones pero no me fijé en ninguna hasta llegar a la letra P.



¡Ahí estaba! De repente se oyeron unos pasos.
 P-       ¡Agua, agua!
Arranque la hoja sin dudar y coloque el cuaderno encima de los libros. Cuando me gire, Ángela estaba sentada, y Patricia y Blanca mirándola. Al cabo de unos segundos entro la directora.
D-        ¿Se encuentra bien, señorita? ¿Qué le ha pasado?
A-       Me he caído por las escaleras. Ahora mismo les estaba diciendo  a mis amigas que ya no
           me duele, y que puedo andar perfectamente. Así que si usted nos deja estaremos    
           encantadas de irnos y no molestarla más.
D-       Por supuesto, váyanse. Seguro que, como yo, tienen cosas importantes que hacer que no
           deben ser interrumpidas. (La Directora echó una mala mirada a Mª Ángeles)
Cogimos las mochilas y mientras nos dirigíamos a la salida, oímos los chillidos que la directora le daba a la pobre Mª Ángeles. Una vez que salimos por la puerta, pudimos respirar tranquilas.
I-              Habrá que celebrar que ya tenemos la dirección ¿no?
A-            ¿Qué os parece una ración de pizza de la bocatería?
P,IyB-      ¡Genial!
Estuvimos un buen rato en la bocatería con nuestra pizza favorita, hablamos, reímos y nos lo pasamos genial. Pero, por desgracia, se hizo la hora de volver a casa aunque antes de despedirnos quedamos por la tarde a las 6:00. Hoy hablaríamos con los padres de esa pobre chica.



      





5 comentarios:

  1. cuaderno morado o cuaderno azul?? xD
    muy bueno! :)
    cuando el siguiente?

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  2. me encanta..... date prisa en publicar el proximo!!!!!!jeje

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  3. muchas gracias es morao luego lo arreglo gracia un besazoo =)

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  4. Purificación? QUIEN ERA?? xdd ESK TENGO MALA MEMORIA.. ES LA CASA DEL XICO MISTERIOSO? O LA CASA DE LA XICA Q MURIO EN EL INSTITUTO?? XD

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  5. ES la casa de purificación
    se trata de la chica que se enontro muerta en el instituto hace 20 años!

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